CICLO CORTO SEGUNDO BGU

TAREA DEL TERCER PARCIAL. PRESENTAR EL 27 DE AGOSTO. INVESTIGUE, RECORTAR Y PEGAR GRAFICOS DE CADA TIPO DE PROPAGACION

La propagación vegetativa también llamada regeneración vegetativa, es la reproducción de una planta a partir de una célula, un tejido o un órgano (raíces, tallos, ramas, hojas) de la planta madre. Cualquier parte de una parte (en teoría) puede dar origen a otra de iguales características.¹

Constituye un conjunto de técnicas agronómicas utilizadas desde hace mucho y se considera un método de reproducción asexual envegetales.

Tipos[editar]

Entre ellas destacan dos tipos: La gemación (del latín gemines "gemelo") es un tipo de reproducción asexual. Es una división desigual, consistente en la formación de prominencias sobre el individuo progenitor, que al crecer y desarrollarse origina nuevos seres que pueden separarse del organismo parental o quedar unidos a él, iniciando así una colonia. A nivel unicelular, es un proceso de mitosis asimétrica que se da en algunos seres unicelulares, como las levaduras. A nivel pluricelular, de dos o más células, este tipo de reproducción es frecuente en los cnidarios, briosos y esporífero.

En el caso de seres unicelulares, se forma un abultamiento que se denomina yema en cierta porción de la membrana plasmática. El núcleo de la célula progenitora se divide y uno de los núcleos hijos pasa a la yema. Bajo condiciones favorables, la yema puede producir a la vez otra yema antes de que se separe finalmente de la célula progenitora.

Las técnicas empleadas en la propagación vegetativa se pueden clasificar como técnicas de tipo artificial (los acodos, las estacas, los injertos y las técnicas de cultivo de tejidos) y técnicas que emplean los órganos que de manera natural forman la planta (rizomas, tubérculos, bulbos y estolones).

Acodo

Es una técnica de propagación que da lugar a la formación de plantas grandes en un periodo corto de tiempo. Los acodos se fundamentan en propiciar la formación del sistema radical a partir de la planta madre, y una vez se ha formado, la nueva planta es separada.

Estacas
La propagación por estacas se refiere a un segmento de la planta madre que puede ser una hoja, un tallo, o un segmento de raíz. Cuando la estaca es de tipo herbáceo y tiene varias hojas se le denomina esqueje. Dependiendo del tipo de estaca que se tenga, se debe inducir la formación de sistema radical o de sistema caulinar (tallo) o de ambos. Las plantas donantes de estacas han de ser vigorosas, sanas y estar sujetas a un buen manejo, para asegurar la producción continua y prolongada de un buen número de estacas de fácil enraizamiento. La planta madre o donante debe ser fertilizada con regularidad.

Es conveniente que las estacas se obtengan de la planta donante en horas de la mañana o de la tarde (antes de las 10 a.m. o después de las 4 p.m.) con el fin de evitar la pérdida de agua en las horas de mayor evapotranspiración.

El área donde colocan las estacas para el enraizamiento debe ser fresca y sombreada. Este es un aspecto importante, si las estacas no tienen sistema radical. Se debe evitar su deshidratación. Algunas estacas enraizan espontáneamente, pero otras requieren la aplicación de enraizadores tipo auxinas.

Las auxinas son reguladores de crecimiento que se forman en los ápices de las hojas y participan en la formación de raíces. La auxina natural es el ácido índol acético (AIA); también hay auxinas sintéticas con gran capacidad para inducir enraizamiento, como el ácido índol butírico (AIB).

Injertos

Los injertos resultan de la combinación de dos piezas vegetales: el patrón (o portainjertos) y el injerto. Este último puede tener diversas formas, ya sea como una yema o como pequeñas varetas con dos o tres yemas. Para que una planta injertada se desarrolle, se deben cumplir dos condiciones:

• La condición de afinidad, es decir, las dos piezas vegetales -patrón e injerto- deben permanecer unidas.

• Lograr el prendimiento de la parte injertada.

Cuando dos piezas vegetales no permiten su unión debido a que no hay afinidad entre ellas, no se puede realizar dicho injerto. Algunas veces se logra la unión, pero en el sitio se desarrollan deformaciones debidas a incompatibilidad entre ellas. Estas deformaciones están asociadas con irregularidades en la síntesis de lignina (Harman et al., 2002).

Algunas veces, pese a que no hay compatibilidad, las dos piezas crecen y se genera la planta completa. Hay casos exitosos de incompatibilidad que causa achaparramiento en los árboles, pero esto puede ser beneficioso para el manejo en el campo. Otras veces esta incompatibilidad no es aconsejable porque afecta la producción, debido a la deficiente conducción de nutrientes.

Entre los factores que influyen para la unión de los injertos están las siguientes: la incompatibilidad, Técnicas empleadas en el tipo de especie vegetal y el tipo de injerto, las condiciones ambientales durante y después de realizado el injerto, el crecimiento del portainjertos, las habilidades de la persona que hace el injerto, los aspectos sanitarios del material vegetal, los reguladores de crecimiento de las plantas y la formación de la unión del injerto (Hartman et al., 2002).

El injerto puede ser clasificado de acuerdo con la parte del portainjertos sobre el cual el injerto es ubicado, una raíz o varios lugares en la copa del árbol. Los tipos de injertos pueden ser categorizados así:

• Cuando la parte que se va a injertar es desprendida de la planta madre. Dentro de esta clase de injertos están los diferentes tipos de injertos de yemas, los que se hacen empleando varetas y los de raíz.

• Injertos de aproximación: en ellos, el sistema radical tanto del injerto como del portainjertos no es removido sino hasta cuando se ha realizado la unión exitosa de las dos partes.

• Injertos de reparación de árboles establecidos: este tipo de injertos se emplea para reparar partes de injertos que se han perdido por daño mecánico, o incluso cuando se desea combinar varios cultivares en un mismo árbol.
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