miércoles, 17 de agosto de 2016

TERCERO BGU ANIMALES MAYORES CONSULTA

CONSULTA ENVIADA A CASA.. REFUERZO
PRESENTAR JUNTO CON LA CONSULTA QUE USTED REALIZO
PRESENTAR EL 27 DE AGOSTO

ESTÓMAGOS DE LOS RUMIANTES
Si pensamos en un animal con 4 estómagos probablemente pensemos en una vaca casi inmediatamente. Esta característica en las vacas es algo que nos han enseñado desde pequeños en el colegio o que hasta hemos visto en los dibujos animados. Pero en realidad, la vaca no tiene 4 estómagos sino que tiene 4 compartimientos estomacales al igual que cualquier otro animal rumiante.
Para terminar con esta falsa idea y aclarar todo el asunto hoy vamos a hablar sobre este tipo de animales y a conocer las razones por las que los rumiantes tienen 4 compartimientos en el estómago.

Los rumiantes
Qué son los rumiantes
Empecemos desde lo más básico, ¿no? Bueno, se llama rumiante a todo mamífero de la orden de los artiodáctilos con un estómago de múltiples compartimientos. Otra de las características fundamentales de este tipo de animales es que desarrolla una regurgitación parcial de los alimentos para ayudar el proceso digestivo. De forma más simple: los rumiantes digieren el alimento en dos etapas que se desarrollan en su complejo sistema digestivo.
Existen unas 150 especies de rumiantes distintas en el mundo entero (tanto domésticas como salvajes), en su gran mayoría se trata de animales hervíboros o semi herbívoros y en sí, la gran diferencia entre los rumiantes y el resto de los animales (monogástricos) es su estructura estomacal formada por 4 partes:
  • Rumen
  • Retículo
  • Omaso
  • Abomaso
La digestión rumiante
En primer lugar, luego de consumir el alimento (vegetal), éste es reblandecido por la fermentación de contenidos bacterianos en el primer compartimiento estomacal (rumen), lo que descompone la celulosa y facilita la digestión. Luego, desde el propio rumen, se regurgita el alimento semidigerido volviendo a través del esófago hasta la boca.
Allí el alimento se vuelve a masticar y nuevamente se traga. Entonces pasa alretículo, donde la celulosa y otras sustancias se fermentan aún más. Losrumiantes hacen esto una y otra vez, principalmente mientras descansan y no están comiendo. Los ovinos adultos normalmente se pasan masticando el alimento regurgitado durante horas cada día.

Por último, pasa a los otras dos estructuras: el omaso y abomaso. Estas últimas dos, podría decirse que se asemejan más a las estructuras estomacales comunes: allí se separan los materiales útiles, los alimentos se dividen en partes utilizables y se absorben los nutrientes, mientras que se eliminan los desechos enviandolos al final del tracto digestivo.
Algo muy curioso, y a la vez alarmante, es la profunda atracción que tienen los rumiantes por artículos no comestibles como plástico, etiquetas de productos y metales, especialmente latas. Aunque no se sabe el porqué de esta atracción, los rumiantes se comen esta clase de alimentos y corren serios riesgos de dañar su sofisticado sistema digestivo.
¿Por qué tienen estos estómagos?
Todo este complejo sistema tiene una razón bien simple: esta digestión les permite nutrirse de la celulosa presente en sus alimentos. La celulosa resulta imposible de digerir en cualquier otro animal, sin embargo, no así en los rumiantes.
La acción de los 4 compartimientos les permite extraer nutrientes específicos en los pastos, el heno, la hierba y otros vegetales ricos en celulosa. Las especies dentro de esta categoría han evolucionado a lo largo de los años para poder adecuarse, alimentarse y así subsistir en paisajes como las praderas, donde este tipo de alimento abunda.

Estos estómagos tan particulares lo hicieron posible. No obstante, y como ya lo hemos visto anteriormente, estas estructuras tan sorprendentes están repletas de altísimos contenidos bacterianos y gaseosos, que devienen en una igual cantidad de flatulencias. ¿Sabías que los gases de los rumiantes contaminan e incluso una vaca con flatulencias puede contaminar más que un automóvil común?
La práctica de anatomía
En la siguiente oportunidad que tengas de comer pancita, menudo, mondongo o callos (los nombres varían según la región o el platillo), puedes identificar las diferentes partes del estómago de un rumiante. También lo puedes hacer en un mercado, si no te desagrada el olor que hay en los puestos donde venden vísceras. Ahí te van algunas pistas para identificar:
Rumen o panza: es lo más abundante, de lo que más hay. Tiene en su superficie la apariencia de una toalla. Está cubierto por pequeñas papilas, que es donde se absorben los nutrientes. Algunos trozos poseen algo parecido a tiras de músculos: los famosos "callos", como les llaman en España.

Retículo o bonete: le llaman retículo porque está cubierto por laminillas que forman polígonos y tiene la apariencia de una red. Le llaman bonete porque también nos recuerda a los gorritos que usaban antes los sacerdotes católicos. Más sencillo: parece el dibujo de una colmena de abejas.

Omaso o librillo: como dije antes, tiene láminas parecidas a las hojas de un libro. Es imposible confundirlo.

Abomaso o cuajar: tiene la superficie interna totalmente lisa. No hay papilas ni laminillas ni nada.

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